¿Qué es la terapia de exposición?

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Si se encuentra entre la cuarta parte de las personas en los EE. UU. Que experimentan ansiedad , trastorno de estrés postraumático (PTSD) u otras fobias, la terapia de exposición es una forma de ayudarlo a enfrentar y controlar el miedo y la angustia que pueden abrumarlo. La terapia de exposición tiene como objetivo la evitación aprendida de una persona de situaciones difíciles o pensamientos que desencadenan una respuesta aterradora o que provoca ansiedad. Generalmente estos pensamientos son causados ​​por eventos traumáticos y el deseo de evitar revivirlos.





Si está explorando la terapia de exposición como una posible forma de tratamiento, aquí hay algunas consideraciones clave que debe tener en cuenta antes de sumergirse.

¿Cómo funciona la terapia de exposición?

Una técnica de psicoterapia cognitivo-conductual segura y probada, la terapia de exposición se utiliza en el tratamiento del TEPT, así como otras fobias dañinas . Es un medio poderoso para ayudar a una persona a superar miedos y ansiedades paralizantes y evitar situaciones temidas. Con el tiempo, el tratamiento tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de una persona. Durante el tratamiento, el terapeuta trabaja con un cliente para determinar el mejor método posible para el tipo de trauma que experimentó.





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Si bien la terapia está destinada a ayudar al paciente a ganar control, un terapeuta capacitado debe realizarla con mucho cuidado para evitar volver a traumatizar. Si bien algunas personas pueden enfrentar recuerdos desafiantes de una vez, también se denomina ' inundación , 'Otros necesitan trabajar gradualmente para alcanzar estos momentos a lo largo del tiempo, también llamado' desensibilización '. En los casos en que la exposición es gradual, un terapeuta aprovecha los ejercicios de relajación y comienza con factores estresantes menos molestos para ayudar a los clientes a entrar y salir de la exposición.

Tipos de terapia de exposición

El objetivo de la terapia de exposición es reducir la reacción de miedo de una persona a un recuerdo o estímulo doloroso, y existen algunos métodos de exposición diferentes para permitir una experiencia eficaz. Usted y su terapeuta determinan la mejor tipo de exposición para su situación particular, y puede incluir uno de los siguientes:



  • Exposición in vivo
    Una persona está expuesta a una situación temida en el mundo real. Por ejemplo, a una persona que teme hablar en público se le puede pedir que dé un discurso frente a una audiencia.
  • Exposición imaginaria
    Cuando la exposición en el mundo real simplemente no es factible, lo cual puede deberse a que es demasiado difícil o peligrosa (como PTSD relacionado con el combate ), se impulsa a una persona a afrontar mentalmente un miedo o una situación imaginándolos en su mente.
  • Exposición a la realidad virtual
    En los últimos años, la realidad virtual se ha explorado como una alternativa a la exposición imaginaria, ayudando a una persona a afrontar los miedos y los peores escenarios. Esta también es una opción valiosa si la exposición al mundo real es demasiado difícil o peligrosa.
  • Exposición interoceptiva
    Esto implica evocar sensaciones físicas que no causan daño, pero que aún son temidas. Si teme experimentar una frecuencia cardíaca elevada, por ejemplo, es posible que le pidan que corra en el lugar para aumentar su frecuencia cardíaca y aprender que la sensación no es peligrosa.
  • Exposición prolongada
    Al servir una combinación de métodos de exposición múltiple, esto implica discutir su trauma y experimentar en él el mundo real.

A menudo, estos tipos de exposición se llevan a cabo junto con ejercicios de afrontamiento y técnicas de relajación para garantizar que una persona no se vuelva a traumatizar durante el proceso de exposición. Además, el ritmo de exposición puede variar y es mejor que lo determine su terapeuta. Debido a que la terapia de exposición tiene el potencial de causar daño físico y emocional, es importante buscar un terapeuta o un profesional que esté específicamente capacitado para administrar estos tratamientos.

¿Quién puede beneficiarse de la terapia de exposición?

Se ha demostrado científicamente que esta forma de terapia es un medio eficaz para tratar un amplio conjunto de afecciones de salud mental que incluyen:

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  • Fobias
  • Trastorno de pánico
  • Desorden de ansiedad social
  • Trastorno obsesivo compulsivo
  • Trastorno de estrés postraumático
  • Trastorno de ansiedad generalizada

Numeroso informes han estudiado los beneficios de someterse a una terapia de exposición, con una serie de resultados positivos informados. Con el tiempo, algunas personas encuentran que sus reacciones negativas a los estímulos temidos disminuyen o al menos se debilitan cuando se trata de asociaciones negativas aprendidas previamente. Además, algunas personas encuentran un mayor sentido de autoeficacia después de aprender que son capaces de enfrentar un miedo o ansiedad, descubriendo que ahora pueden adjuntar creencias más realistas sobre situaciones temidas.

Dando el siguiente paso

Si bien existe una gran cantidad de investigaciones que respaldan los beneficios de la terapia de exposición como tratamiento para la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otras fobias, es esencial encontrar un terapeuta que se especialice en esta forma de tratamiento antes de comenzar. . Si bien existen diferentes técnicas de fases para disminuir cualquier re-traumatización, así como muchos tipos diferentes de exposición, la clave es encontrar un terapeuta que pueda implementar el mejor tratamiento para su situación particular. Cuando se hace de manera eficaz, los resultados pueden cambiar la vida.