¿Existe un vínculo entre el trauma y la adicción?

mujer sosteniendo una bebida

Adiccion es un proceso complejo con numerosas variables en juego, pero trauma puede ser una de las más importantes de esas variables. Al comprender la conexión entre el trauma y la adicción, los problemas se pueden tratar mejor.
Desafortunadamente, el campo de la salud mental no reconoció adecuadamente el impacto del trauma en la salud mental hasta el siglo pasado. El problema atrajo más atención una vez que los profesionales de la salud mental vieron a más y más soldados “conmocionados” después de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, hemos llegado a comprender que el trauma no se limita a los soldados. Particularmente en los últimos 30 años, hemos aprendido que los niños de abuso o negligencia, aquellos que experimentan violencia doméstica, violación e incluso eventos aleatorios como accidentes automovilísticos pueden desencadenar patrones similares de síntomas de salud mental en personas de todas las edades y orígenes. .





Efectos generales del trauma

Con una mejor investigación, hemos aprendido más sobre cómo el trauma afecta el funcionamiento de la salud mental. El trauma puede causar una variedad de problemas, que incluyen:

  • Cambios neurologicos: Estudios han descubierto que el trauma tiene efectos físicos en el cerebro, a nivel microscópico. Por ejemplo, los niños que sufren negligencia en sus primeros 2 o 3 años, mucho antes de tener recuerdos claros de ese trauma, tienen más probabilidades de tener problemas para regular las emociones y el comportamiento.
  • Daño cerebral físico: Sabemos que las lesiones cerebrales directas sufridas por violencia o un accidente son un problema físico, pero estas lesiones también afectan la salud mental. Las lesiones cerebrales pueden provocar confusión, impulsividad, depresión, agresión y otros síntomas que afectan todas las áreas de la vida de una persona.
  • Mal funcionamiento interpersonal: Cuando experimentamos un trauma, especialmente si fue un ataque de otra persona, nuestra capacidad para relacionarnos con los demás cambia. Podemos volvernos más cautelosos o temerosos. Para algunas personas, los límites de las relaciones se difuminan, lo que resulta en comportamientos impulsivos o poco saludables al elegir amigos o socios.
  • Mala regulación emocional: El trauma dificulta el procesamiento eficaz de las emociones. Las situaciones que no molestan mucho a otras personas pueden causar ansiedad, tristeza o ira severas en personas con antecedentes de trauma. Por otro lado, el trauma también puede causar entumecimiento emocional, lo que lleva a más conductas de búsqueda de sensaciones.
  • Baja autoestima: Dependiendo de la naturaleza del trauma, los pacientes pueden quedar con cicatrices emocionales a largo plazo que los hacen dudar de su valor en el mundo. La duda crónica de uno mismo hace que sea difícil creer que se merece cosas buenas en la vida.

Cómo la adicción proviene del trauma

Existe una noción común de que adiccion - ya sea por el alcohol, las drogas, la comida o incluso comportamientos como el ejercicio o el sexo - es simplemente una forma de 'automedicarse' cuando las personas se sienten mal. Aunque hay una pizca de verdad en eso, el impacto del trauma puede influir directamente en el desarrollo de la adicción.
Los cambios cerebrales, ya sea por una lesión directa o por patrones de abuso o negligencia, afectan la toma de decisiones y el control de los impulsos. Las personas pueden necesitar mayores niveles de estimulación para “sentir” con tanta fuerza como lo hacen otras personas, porque el trauma puede adormecer las emociones. Por otro lado, las víctimas de un trauma también pueden necesitar una forma de mitigar sus emociones o calmarse cuando sus sentimientos son más fuertes de lo que es típico en una situación determinada.
Además, las personas que saben que no se enfrentan bien a los sentimientos pueden utilizar comportamientos adictivos para evitar que empeoren. Por ejemplo, si alguien tiene la tendencia a perder el control cuando se siente frustrado, es posible que se dé cuenta de que la vida es peor para él cuando no se las arregla bien. Pueden usar sustancias para mantener a raya estos sentimientos. Los comportamientos adictivos se convierten en un tipo equivocado de autocuidado preventivo, en el que la persona intenta manejar un comportamiento problemático de manera proactiva.
Finalmente, el tipo de trauma, no solo los sentimientos de una persona sobre el trauma, también afecta la adicción. Investigación sugiere que con algunos tipos de trauma, como el que ocurre en la niñez, el riesgo de adicción es mayor, sin importar lo que la persona piense sobre el trauma que experimentó.
Tal hallazgo sugiere que hay más en juego en la adicción que solo actitudes y elecciones personales. En otras palabras, una persona que ha experimentado un trauma no siempre puede mirar el lado positivo y esperar evitar el riesgo de adicción. Si hay un historial de trauma, existe un riesgo adicional.





Cómo puede ayudar la terapia

La terapia puede reducir los síntomas de Trastorno de estrés postraumático , depresión y general ansiedad . También puede ayudarlo a desarrollar habilidades de afrontamiento más sólidas, un mayor sentido de autoestima y mejores habilidades para relacionarse.
Las mejoras en estas áreas reducen el riesgo de comportamientos adictivos si aún no han comenzado. Si ya existe una adicción, la terapia puede abordar, no solo la adicción, sino también estos factores de riesgo subyacentes. Tratar la adicción solo sin abordar el trauma puede no ser suficiente para prevenir una recaída.
La conexión entre trauma y adicción es real pero no se comprende completamente. La conclusión es que, si tiene problemas con el abuso de sustancias u otros comportamientos adictivos, es posible que deba lidiar con el trauma subyacente, no solo con la adicción. Si tiene un historial de trauma, tenga en cuenta su riesgo de comportamientos adictivos de todo tipo, y no dudes en pedir ayuda si lo necesitas.

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