Cómo romper un mal hábito

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La semana pasada estaba usando la computadora portátil de mi esposo para responder algunos correos electrónicos rápidos antes de ir al trabajo. Estaba escribiendo frenéticamente, queriendo presionar enviar lo más rápido posible para seguir haciendo mi tren, cuando apareció una notificación en su pantalla: '¡No te muerdas las uñas hoy, Brian!' Me reí a carcajadas y me pregunté: ¿realmente puedes romper un hábito de tres décadas con un recordatorio de Google Calendar?
Resulta que la respuesta es si . Los hábitos se forman después de mucha práctica y repetición, y así es como se rompen. Un ping diario en su computadora portátil, teléfono celular y iPad le recuerda a Brian cíclicamente que cambie su comportamiento, haciéndolo más comprometido para alcanzar su objetivo. Por supuesto, el hábito de Brian es leve en el continuo del mal hábito, por lo que es más fácil romperlo mientras esté dedicado. También tengo hábitos como este: comer en la cama, casi siempre tener un teléfono sin batería, dejar mi ropa limpia en la cesta, desplegada durante demasiado tiempo. Pero también hay hábitos fuertes y adictivos, como abuso de sustancias , que puede ser mucho más difícil de romper.





Pasos para romper un mal hábito

La razón por la que estos hábitos son difíciles de romper es porque están profundamente conectados a nuestro cerebro, nuevamente, por la repetición constante. Pero independientemente del hábito, se puede romper. Si tiene un mal hábito que desea romper, aquí hay algunos pasos que pueden ayudarlo a comenzar.

Defina el comportamiento que desea cambiar

Establecer un objetivo amplio, como ser más saludable, es una buena idea, pero no es concreto y no le brinda algo tangible en lo que concentrarse. Necesita pensar en comportamientos específicos y alcanzables. Por ejemplo, reducirá un cigarrillo al día. O recogerá sus zapatos de la entrada todos los días una vez que llegue a casa y los pondrá en el zapatero. Tener una idea clara de lo que necesita lograr lo ayudará a lograrlo.





Di 'no' ni 'no puedo'

En un estudio de investigación publicado en el Revista de investigación del consumidor , 120 estudiantes se dividieron en dos grupos separados. Para probar su comportamiento y capacidad para resistir la tentación, a un grupo se le pidió que repitiera la frase 'No puedo' y al otro que usara la frase 'No puedo' cuando se le presentaran varios elementos y opciones de estilo de vida. Por ejemplo, cuando se le presenta una barra de chocolate, un grupo diría 'No puedo comer chocolate' y el otro grupo diría 'No como chocolate'.
Luego, cada grupo tomó un descanso y respondió preguntas no relacionadas con el estudio. Después de que concluyó el estudio y salieron de la habitación, a ambos grupos se les presentaron dos dulces para elegir: una barra de chocolate y una barra de granola saludable. El estudio concluyó que los estudiantes que usaron la frase 'No puedo' eligieron comer la barra de chocolate el 61% del tiempo. Por otro lado, los estudiantes que dijeron repetidamente 'No lo hago' mientras estaban en el estudio solo eligieron comer este 36% del tiempo. Si bien esta investigación representa solo un estudio, la implicación puede ser profunda para aquellos que intentan cultivar buenos hábitos: intente enmarcar las tentaciones en torno a la idea de que hay algunas cosas que simplemente 'no hace', lo que hace que sea menos fácil caer en la tentación.

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Conozca los factores desencadenantes de su hábito

Comprender cómo y por qué tomamos las decisiones puede ayudar a modificarlas. Puede hacerse las siguientes preguntas:



  • ¿Alguien más lo está guiando a hacer el comportamiento?
  • ¿Es el hábito sobre la acción o el sentimiento que le sigue?
  • ¿El hábito está relacionado con tu ubicación?

Cada vez que se involucre en su mal hábito, pregúntese por qué lo está haciendo. Anote algunas notas que le ayuden a notar patrones en su comportamiento que le ayuden a identificar qué cambios deben realizarse.

Ve despacio y haz pequeños cambios

Tu cuerpo y tu mente han convertido el mal hábito en rutina, por lo que nuevos hábitos va a tomar tiempo y esfuerzo. Sea paciente consigo mismo y concéntrese en las mejoras graduales. Si está tratando de reducir el azúcar, comience por eliminarlo de su café de la mañana, por ejemplo. Si desea ponerse en mejor forma, comience con dos entrenamientos de 30 minutos a la semana. Estos objetivos alcanzables harán que el cambio sea menos abrumador y más accesible.

Mide tu progreso

Una vez que haya creado un plan, asegúrese de cumplirlo. Una vez a la semana, siéntese y evalúe su progreso. Tomar nota de sus mejoras lo ayuda a continuar, e identificar dónde se está quedando corto le permitirá saber dónde necesita ajustes. Pero no cambie sus planes demasiado pronto. Después de varias semanas de seguimiento, evalúe sus resultados y vea dónde se encuentra. ¿Qué está funcionando bien? ¿Qué está causando problemas? ¿Qué se interpone en el camino de su éxito? Siempre puede volver a trabajar en su plan para hacerlo más efectivo: encuentre su mente donde está.

Ponga en práctica lo anterior, junto con conductas saludables básicas

En general, algunas de las mejores cosas que puede hacer para romper un mal hábito son aquellas que pueden mejorar su salud mental en general; trate de obtener más dormir , hacer ejercicio con frecuencia y participar en actividades de reducción de estrés como la meditación y el yoga, todos los cuales pueden aumentar su fuerza de voluntad y la salud general del cerebro.