Cómo ser un mejor comunicador: 5 estrategias poderosas para mejorar las habilidades de comunicación

Salta a: Ser asertivo Mantente enfocado Cuida tu idioma Practica la autoconciencia Pedir ayuda

Aprender a ser un mejor comunicador es más fácil de lo que imagina. Cuando lo piensas, la vida es un espectáculo de improvisación gigante. No nos alimentan nuestras líneas, por lo que tenemos que tomar decisiones en una fracción de segundo sobre el guión de nuestra vida. El problema con esta inmediatez es que a veces dejamos que nuestras emociones tomen el control y una conversación se vuelve más sobre ganar o sentirse reivindicado que sobre lograr una meta o resolver un conflicto. Mientras tu rabia susurra¡Mencione las 20 veces que ha hecho esto antes!una cabeza clara te recordará,centrarse en los hechos de la situación.





Hay innumerables beneficios cuando una persona puede mirar más allá de las emociones y comunicar la realidad de una situación. Los comunicadores eficaces disfrutan de una mayor autoestima y menos dudas. Son capaces de reconocer sus propias emociones y las de los demás, así como también cómo la reactividad emocional puede influir en el pensamiento y la toma de decisiones. Cuando se toma el tiempo para pensar antes de hablar, es posible que note que sus relaciones con los demás se sentirán más reales, honestas y gratificantes. También podrá disfrutar más genuinamente de su trabajo y otros roles en la vida.

Ser asertivo

¡Se agresivo! puede ser un canto popular para los equipos deportivos, pero rara vez funciona cuando estás hablando con alguien. La asertividad es una habilidad de comunicación valiosa porque le permite expresar sus opiniones y necesidades sin intimidar a los demás. Las personas asertivas también están menos estresadas porque se sienten capacitadas para decir no a tareas y responsabilidades que no son necesarias. Las personas pasivas tienden a aceptar tareas para las que no tienen ni tiempo ni energía. Las personas agresivas rara vez expresan su punto de vista porque hacen que las personas se sientan reactivas y a la defensiva hacia ellos.





Mantente enfocado

Cuando tiene la oportunidad de decirle lo que piensa a un compañero de trabajo o un miembro de la familia, puede resultar increíblemente tentador plantear quejas o problemas del pasado. Tal vez haya acumulado una larga lista de motivos de sus preocupaciones o incluso de su indignación, pero haga todo lo posible por concentrarse en el problema actual. Comenzó describiendo lo que ve o escucha en una situación en lugar de su opinión al respecto. Sea específico y no generalice ni exagere.

Evite el lenguaje cargado de emociones

Cuando estamos emocionados tendemos a exagerar. Lanzamos palabras como siempre o nunca cuando algo que no nos gusta ha sucedido dos o tres veces. Usamos lenguaje acusatorio y comenzamos oraciones usando la palabra you de manera acusatoria. Por ejemplo, suponga que su cónyuge deja sus platos sucios en el fregadero una noche. Es posible que se sienta tentado a decir: ¡Nunca limpia lo que ensucia! Obviamente, su pareja podrá dar al menos un ejemplo cuando ordenó después de usted. En lugar de iniciar un debate, considere decir que me sentí frustrado cuando vi los platos en el fregadero. ¿Cómo podemos solucionar este problema? Centrarse en las soluciones en lugar de ganar una discusión mejora cualquier relación.



Practica la autoconciencia

Los mejores comunicadores asumen la responsabilidad de sus acciones cuando cometen errores. No se lo considerará débil cuando pueda aprender de sus errores y compartir sus intenciones de mejorar usted mismo. Además, preste atención a su propia reactividad cuando participe en una conversación difícil. Llegar a una decisión o compromiso puede requerir múltiples conversaciones, así que no dude en tomar un descanso para sentirse más tranquilo y con más control si siente enojo u otras emociones agarrando el volante.

Pedir ayuda

No todos los conflictos pueden ser resueltos por las personas involucradas. A veces, contratar a un tercero imparcial es el mejor paso a seguir. Un mediador profesional, un representante de recursos humanos, un profesional de la salud mental o un mentor de confianza pueden ayudarlo a navegar en conversaciones cargadas de emociones. Aunque nunca es fácil, asumir la responsabilidad y reconocer el conflicto es siempre una mejor opción que evitar o desconectar del problema.

Si no está seguro de por dónde empezar cuando se trata de mejorar sus habilidades de comunicación, comience a tomar notas después de tener una conversación difícil con alguien. Es posible que no realice cambios significativos de la noche a la mañana, pero puede comenzar a observar cómo deja que la emoción dicte sus palabras y las veces que se siente tentado a exagerar o ganar una discusión. Cuanto más espacio tenga para prestar atención a su discurso, más margen de maniobra tendrá para dar forma a su punto de vista y una posible solución. Te ganarás el respeto de los demás y reducirás tu nivel general de ansiedad. Así que comience a prestar atención y vea cómo puede cambiar su guión en la vida.

Última actualización: 21 de febrero de 2020

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